Una sala limpia ISO 8 es un entorno controlado diseñado para mantener un nivel específico de pureza del aire y se utiliza ampliamente en industrias como la farmacéutica, la biotecnológica y la electrónica. Con un máximo de 3.520.000 partículas por metro cúbico, las salas limpias ISO 8 se clasifican según la norma ISO 14644-1, que define los límites aceptables para partículas en suspensión. Estas salas proporcionan un entorno estable mediante el control de la contaminación, la temperatura, la humedad y la presión.
Las salas blancas ISO 8 se utilizan generalmente para procesos menos rigurosos, como el ensamblaje o el empaquetado, donde la protección del producto es necesaria, pero no tan crítica como en las salas blancas de mayor calidad. Suelen utilizarse junto con salas blancas más estrictas para mantener la calidad general de la producción. El personal que accede a una sala blanca ISO 8 debe seguir protocolos específicos, como el uso de ropa de protección adecuada, como batas, redecillas para el cabello y guantes, para minimizar el riesgo de contaminación.
Las características clave de las salas blancas ISO 8 incluyen filtros HEPA para eliminar partículas suspendidas en el aire, ventilación adecuada y presurización para garantizar que los contaminantes no entren en el área limpia. Estas salas blancas pueden construirse con paneles modulares, lo que ofrece flexibilidad de diseño y facilita la adaptación a futuros cambios en la producción.
Las empresas suelen utilizar salas blancas ISO 8 para garantizar el cumplimiento de las normas regulatorias, mejorando así la calidad y la consistencia de sus productos. El uso de salas blancas de este tipo demuestra un compromiso con el control de calidad y la seguridad, lo que las hace cruciales para mantener los estándares de la industria y satisfacer las necesidades de los clientes en campos que exigen precisión y limpieza.
Hora de publicación: 11 de octubre de 2024